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"LA CONSPIRACIÓN DE LAS MANTILLAS"

Fue la Reina Isabel II aficionada al uso de tocados y diademas la que comenzó a popularizar el uso de la mantilla, costumbre adopatada más tarde por damas cortesanas y representantes de la alta sociedad. La soberana la impuso como complemento en todo tipo de eventos de palacio. El reducido uso de la mantilla en épocas siguientes al reinado de Isabel II, tiene, entre otros motivos, su origen en el uso de otras costumbres que imponían los nuevos monarcas. Un hecho reseñable, es el conocido como "La conspiración de las mantillas". El empleo de la mantilla estaba tan arraigado a las costumbres que las damas de la nobleza madrileña la convirtieron en símbolo de su descontento durante el reinado de Amadeo de Saboya y su esposa María Victoria. El rechazo hacia ellos y a las costumbres foráneas fue protagonizado por las mujeres, que se manifestaron por las calles madrileñas llevando, en lugar de sombreros, la clásica mantilla y peineta española. Una forma de protesta frente a las nuevas costumbres extranjeras que parecía querer imponer Amadeo I rey de España.  A finales del s. XIX y principios del XX, la mantilla deja de ser una prenda de uso "cotidiano", tan solo se conserva, una pequeña "mantilla" que suelen utilizar las señoras en la iglesia, a la que se la conocía como "toquilla" en forma de media luna. Podemos indicar que se trata de una versión "reducida" de la mantilla, que se viste sin peineta. A la izquierda vemos una imagen de la Reina Victoria Eugenia de Battenberg con mantilla marfil asistiendo a un festejo taurino.

Durante los últimos tiempos el uso de la mantilla ha quedado reducido a Semana Santa, Toros y bodas.
En la Real Maestranza de Sevilla podemos disfrutar de este típico atuendo que lucen las jóvenes todos los años.

Hay datos muy importantes que tenemos que tener en cuenta si se nos ha invitado a un evento en el cual nos dan la opción de lucirla: La mantilla deberá contar con el largo adecuado a cada persona. Por la parte delantera, deberá llegar hasta la altura de las manos, y por la por detrás, un largo unos dedos por debajo de la altura de la cadera. Para evitar el "vuelo" de la mantilla, es conveniente sujetarla al vestido de forma discreta a los hombros.  Cada mujer aporta su toque personal en la distinta manera que tiene de llevarla, sobre la frente, sobre el cabello o sobre la peina. Las tres opciones son válidas, sólo hay que escoger la que más te favorezca. Además hemos tenido la ocasión de ver como en las ocasiones más especiales ésta puede completarse con algunas flores, diadema o lazo. En la imagen de la derecha vemos a Jackie Kennedy luciendo mantilla marfil adornada con tres claveles. Es importante conocer que existen tres tipos de tejido para mantilla:  Blonda: Son las más vistas (las más corrientes) es un tipo de encaje de seda, caracterizado por la utilización de grandes motivos, sobre todo florales, que se realizan en seda más brillante que el resto de la mantilla (que se suele realizar en seda mate, para hacer resaltar más los bordados). Tiene una característica muy peculiar, que son las ondulaciones de sus bordes, al que algunos autores han denominado "puntas de castañuelas" por su similitud con estas.
Chantilly: Como su nombre indica, utilizan un tejido proveniente de esta ciudad francesa, es la más elegante. Es ligera y al igual que el resto de las mantillas, suele estar bordada de diversos motivos.
Tul: Es un tejido delgado y transparente, de seda, hilo o algodón, y podemos decir que el tachado de más "corriente". Suelen utilizarse a modo de imitación de las mantillas de blonda y chantilly. Son las conocidas mantillas de encaje ( las más económicas).

La peineta, debe ser la adecuada a nuestra altura y la de nuestra "pareja", si vamos acompañadas. Las mejores son las de carey, aunque hay otras variedades. Las mujeres de pequeña estatura, pueden optar por una peineta alta. Si somos altas, y de cara alargada, podemos optar por una peineta más baja.  Pueden ser redondas o cuadradas. Prueba la que más te favorezca, ambas son válidas aunque si es cierto que las cuadradas dan un aspecto más serio. Abajo vemos varios ejemplos: La Infanta Doña Elena con mantilla corta, Carla Royo - Villanova y la Duquesa de Alba.


Para lucir la mantilla en una boda, si ésta se celebra durante el día tendremos que acompañarla con traje corto de cóctel, el largo de éste tendrá que ir a la altura de la rodilla (nunca más largo). De celebrarse la ceremonia a partir de las ocho de la tarde, se vestirá con traje largo.
Hay que tener en cuenta dos cosas: solo se viste en ceremonias religiosas y en bodas de etiqueta (cuando viste traje de gala o chaqué, el novio).
Podemos escoger vestido o dos piezas: Chaqueta y falda (pero cuidado con no parecer una abuelita). Para las más jóvenes se recomienda el vestido de cóctel, de media manga, francesa o farol. Nunca se deben de mostrar los hombros. (Por lo tanto quedan descartados los vestidos de tirante fino, un hombro y cosas parecidas. Con esto quedan de igual modo descartadas las mini faldas) Abajo vemos a Nati Abascal con mantilla marfil, en dos ocasiones muy especiales.


¿Qué colores se pueden elegir? Los que más te gusten. La única condición es clara: A las bodas no se debe asistir de blanco ni de negro. Elige el color que más favorezca al tono de tu piel, a tu cabello, y por supuesto a la tonalidad escogida para la mantilla. Los colores pasteles, rosas, mostazas o azules son una apuesta segura. Evitar los burdeos, marrones y por supuesto cualquier tipo de estampado.

Hay una persona que durante sus últimas apariciones públicas nos ha dejado looks impecables: Catherine Middleton. Existe un patrón de vestido cóctel, el más usado recientemente por ella que posee unas características adecuadas para acompañar con mantilla. Las firmas Temperley London o Reiss son algunas de las elegidas, sus escotes en V le favorecen mucho. Ella os puede inspirar:


Los tejidos elegidos para el vestido pueden ser muy variados, si habéis visto lo que queréis y no lo encontráis en ninguna de vuestras tiendas habituales podéis tomar contacto con una persona de confianza que se ocupe de realizarlo. Para ello os recomiendo elegir el material en sitios de confianza.
Tejidos Damasco, es una firma dedicada al trabajo en tejidos exclusivos desde el año 1988, tiene su centro de operaciones en Córdoba, en la calle Manuel Fuentes Bocanegra.  Aquí podéis encontrar cualquier tejido que penséis. La firma es organizada desde hace años por Maria José Nieto y en tienda os atenderá Isabel Del Río, dos expertas en todo tipo de materiales que sólo encontraréis en sus manos: Mikado de seda, chantilly y una alta gama de tejidos de fantasía y fiesta, bordados, etc. Además te asesoran para todo tipo de eventos. Acercaros y conoced sus ricos tejidos:

El complemento a elegir son los guantes: Siempre largos. Aportan un toque sofisticado y chic. El protocolo manda que, la mano izquierda siempre llevará guante puesto, clutch y el guante de la mano derecha la cual quedará descubierta para iniciar el saludo.  Veamos ejemplos en Patricia Rato y Vicky Martin Berrocal:

Según marca la tradición, la mantilla blanca o marfil queda reservada a mujeres solteras, y la mantilla negra, para las casadas.  La mantilla debe de llevarse durante la ceremonia religiosa, los aperitivos y la comida. Sólo podrá ser retirada cuando los novios abran el baile. (Al igual que sucede con pamelas y tocados). Cuidado al escoger complementos demasiado llamativos que sobrecargen nuestro look. Recordad que menos es más. Absténganse de usar amplios bolsos y de asa larga.  Hazte con tu clutch perfecto, busca entre las joyas familiares una cartera vintage y huye de las lentejuelas...
Véase algunos ejemplos:

Chloé / Anya Hindmarch
Clutches Women/ Eickhoff/ VBH

Podéis ir creando vuestro look perfecto y añadir una joya familiar,un bello pendiente de mamá o un gran broche que adorne vuestro hombro o escote. Infalible. Es preferible evitar pendientes de mala calidad o largos en exceso.
Por cierto ¿cómo guardar una mantilla para que no se le hagan arrugas? Todas las mantillas se deben de guardar enrrolladas a un canuto de cartón, sí, al igual que están las telas en cualquier tienda. De este modo no se producirán arrugas y las puntas quedarán protegidas. La última vuelta debe de ser protegida con pliegos de papel de seda.
Estos han sido mis humildes consejos. Hazte con tu look!



4 comentarios:

flor dijo...

no me puedo creer que sea verdad lo que ven mis ojos... el proximo 20 de agosto tengo una boda, a la que tengo que asistir de mantilla!!!! alguna idea de tienda para vestido??? tenia pensado hacermelo, pero no me da tiempo. un ayudita please!!! gracias

Anónimo dijo...

La mantilla forma parte de mi...me encanta, para bodas y para el Jueves Santo. Enhorabuena Elena, un post genial ;-)

Papelicos de colores dijo...

Hola, hace un tiempo que sigo tu blog desde que te encontré por tuenti, y poco a poco estoy intentando leer todos los post. Acabo de leer éste, y es... ¡perfecto!.
Yo usé éste domingo de Resurrección la mantilla por primera vez, y estuve mirando por internet para ver como iba el tema y no cometer errores, por lo que algunas de las cosas que cuentas aquí ya las conocía, pero había muchísimas que desconocía por completo.
Gracias por toda la información y consejos que ofreces en todas tus publicaciones. ¡A nosotras nos es de gran ayuda!
Un saludo enorme de otra niña que soñaba con ser flamenca.

Anónimo dijo...

Hola,he leído el post y mi duda es la siguiente, tengo una boda de día y me apetece ponerme una mantilla blanca, pero se que el resto de invitadas irán con pamelas y tocados, hago bien en ponerme la mantilla?
Gracias
Un saludo :)